VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:
DAR EXCUSAS es una buena manera de decir la última palabra.
 
CÓMO PONER LÍMITES AL VANIDOSO/A
 
El marqués de Tierceville entró una tarde en el salón de una aristocrática dama precedido de un cortesano que, queriendo demostrar ingenio, dijo:
-Señora, he aquí al marqués de Tierceville, que no es tan tonto como parece.
-Señora -comentó Tierceville-, es la diferencia que hay entre este señor y yo.