Se cuenta que una empresa de calzado quiso estudiar la viabiliadad de poner una sede en un país de África (oí que era Kenia). Para ello envió a uno de la empresa para que hiciera un estudio en aquel país. Hizo el estudio y envió una escueta nota: «No hay nada que hacer: todos van descalzos». Tan drástico parecía el informe que enviaron a otro empleado, para que hiciera otro estudio sobre lo mismo. Éste envió una nota, también escueta: «Éxito seguro: todos descalzos».