“Un pastorcico solo está penado,
ajeno de placer y de contento,
y en su pastora puesto el pensamiento
y el pecho del amor muy lastimado.”
(S. Juan de la Cruz)
“Un pastorcico solo está penado,
ajeno de placer y de contento,
y en su pastora puesto el pensamiento
y el pecho del amor muy lastimado.”
(S. Juan de la Cruz)