“Del 10 de noviembre de 1974, estando reunidos con él por la noche en la sala de Diccionarios de Villa Tevere, son estas otras dos anotaciones, en tono casi de despedida:
– Estad muy unidos, hijos míos, y quereos mucho. Haced bien a las almas y pensad sólo en la vida eterna. Y así la Obra saldrá adelante.”
(Don Julián Herranz, “En las afuera de Jericó”, cap XII, p. 203)